Donante Héroe

El 31 de octubre de 2011, nuestro hijo de 19 años perdió su batalla por la vida. Después de ser declarado con muerte cerebral, mi esposo y yo fuimos llamados a la habitación junto con un representante de la Agencia de Recuperación de Órganos de Life Alliance para tomar una decisión que cambiaría la vida. En ese momento, Trevin no estaba registrado como donante de órganos, y mientras estaba aturdida, escuchando lo que ella decía y mirando lo que parecía ser el resultado final de la vida de mi hijo, tuve una pregunta: "¿Hay algo que alguien pueda hacer para devolverme a mi hijo?" Después de recibir un rotundo no y por un breve segundo, pensé en lo que Trevin querría que hiciera. Trevin era un niño querido y dulce, y habría dado cualquier cosa a cualquiera si estuviera en su poder dar. Con él en mente, decidí decir sí a la donación de órganos. Sin embargo, aunque acepté la donación, no entendía el impacto que tendría, no solo en la vida de otros, sino también en mi vida; no fue hasta que recibí una carta de la organización que afirmaba que los órganos de Trevin se usaron para salvar la vida de cuatro personas. Supe en ese momento que había tomado la decisión correcta. Es agridulce, pero me siento honrada de ser la madre de un donante.

No pasa un día en que no lo extrañe, y sé que él se sentiría muy honrado de ser parte de una causa tan grandiosa. Estoy verdaderamente agradecida de que Dios nos haya permitido convertir esta horrible tragedia en un milagro para otros.

- Renee Jones, Madre Donante